Monumentos

El actual trazado urbano de Faro también permite entender cuál era el perímetro de las murallas que protegían la ciudad. Este núcleo es conocido por Vila-Adentro, en la que se encuentra el área monumental de esta localidad.

La idea inicial de proteger el núcleo se debió a Ben Bekr, príncipe musulmán de un pequeño reino local independiente, en el s. IX. De esta época, data de la puerta Árabe que también podemos ver en el interior del Arco da Vila. Después de la invasión almohade, en el s. XII, se construyeron dos torres albarranas con el objetivo de reforzar las defensas de la ciudad. Actualmente están integradas en el Arco del Repouso.

En el s. XVII, después de la Restauración de la Independencia del gobierno portugués de 1640, se nivelaron las almenas de las torres para adaptarlas a las innovaciones pirobalísticas y se construyó una segunda línea de murallas, giradas hacia el mar.

Después de la destrucción de la ciudad provocada por el terremoto de 1755 y de la pérdida de importancia como reducto militar, las murallas fueron integrándose en las nuevas construcciones y, actualmente, sólo son visibles algunos elementos defensivos.