Igreja de Nossa Senhora de Fátima - Lisboa

Monumentos
La primera iglesia construida después de la República.
Tras el reconocimiento de las Apariciones de Fátima por la Iglesia Católica en octubre de 1930, se decidió crear en Lisboa una nueva parroquia dedicada a la Virgen de Fátima y erigir una nueva iglesia, la primera construida en Lisboa después de la proclamación de la República en 1910.
En 1933 se encargó el proyecto al arquitecto Porfírio Pardal Monteiro, que al año siguiente lo desarrolló con la ayuda de varios colaboradores. Construida a partir de 1936, se inauguró en 1938 y fue galardonada con el Premio Valmor (Premio Valmor y Municipal de Arquitectura, que distingue a las obras arquitectónicas de la ciudad de Lisboa) de ese mismo año. Su construcción señala un cambio en todo el arte religioso en Portugal.
Se trata de una iglesia de grandes dimensiones, construida en hormigón, con un interior espacioso en el que predominan las líneas rectas y las formas geométricas. Cuenta con cuatro vestíbulos en cada ángulo y tres naves separadas por altos pilares de cantería, estando la primera ocupada por el coro alto, custodiado éste por una pintura de la coronación de la Virgen y encumbrado por un gran órgano, iluminado por vitrales.
El lenguaje modernista de Pardal Monteiro se complementa con la ornamentación de la iglesia, para la cual fueron contratados destacados artistas plásticos portugueses de la época. Destacan los vitrales y mosaicos realizados por el pintor Almada Negreiros, las pinturas murales de Lino António y Henrique Freitas, así como las esculturas de Leopoldo de Almeida, Anjos Teixeira y Francisco Franco, siendo este último el autor de las estatuas de los apóstoles en la fachada principal.
En su época, el edificio suscitó no poca polémica, pues la estética del mismo no gustaba a los sectores católicos más conservadores. Sin embargo, el obispo de Lisboa salió en defensa de esta «iglesia moderna y bella».
1050-154 LISBOA
Lunes - sábado: 8h30 - 13h / 16h - 20h
Domingos: 8h30 - 13h / 16h30 - 20h.