El recorrido a lo largo del mar al norte de Lisboa es uno de los paseos más apreciados de la costa portuguesa. Por el camino se pueden encontrar grandes sorpresas, como Ericeira, un pueblo de pescadores con muchas tradiciones ligadas al mar, reconocido actualmente como una de las reservas de surf del mundo.

En el mar, el trabajo diario de los pescadores solo se puede comparar con la dedicación y la presencia habitual de los surfistas y bodyboarders, que aquí encuentran un refugio especial. Aquí nació el campeón nacional Tiago Pires y muchos otros surfistas que dieron a conocer este pequeño pueblo del municipio de Mafra, que actualmente forma parte de campeonatos mundiales como el WSL - World Surf League Tour y el Quik Silver Pro Portugal.

Las características del mar y de la costa, en las que altos acantilados alternan con pequeñas ensenadas de arenal, la conservación de hábitats naturales mediterráneos y la cultura del surf existente hacen de Ericeira un destino deseado por surfistas de todo el mundo.

La zona costera, considerada por la organización norteamericana Save the Waves Coalition como la primera reserva de surf de Europa y la segunda del mundo, cuenta con 8 km e incluye playas de referencia a escala mundial para la práctica de este deporte, como las de Ribeira de Ilhas, Baía dos Dois Irmãos (conocida por la comunidad por Coxos), la playa de Empa, frente al pueblo, y la playa de São Lourenço.

La diversidad de olas propicia la existencia de varios grados de dificultad y, por tanto, de excelentes condiciones para la práctica de deportes de tabla, ya sean profesionales o principiantes. Las olas que mayor desafío representan son Pedra Branca, Reef, Ribeira d'Ilhas, Cave, Crazy Left, Coxos y São Lourenço. Para quien quiera iniciarse en la adrenalina de los deportes del mar, existen diversas empresas que imparten clases de surf que podrán ayudarle a tomar sus primeras olas o a perfeccionar su técnica.

Sin embargo, quien llega al pueblo no necesita ser surfista para sentirse en casa. De calles estrechas y ambiente acogedor, el espíritu de playa y vacaciones se deja sentir todo el año en Ericeira, lista para recibir a visitantes de todo el mundo.

Las playas cerca del pueblo o la de Foz do Lizandro, más alejada, son las más resguardadas y, por tanto, adecuadas para familias con niños. También puede dar pequeños paseos por las proximidades y visitar la aldea típica de José Franco, una aldea de barro en miniatura que se encuentra en la localidad de Sobreiro, y el Convento de Mafra que sirvió de inspiración al Nobel de literatura José Saramago para escribir Memorial del convento. Muy cerca, en el Coto Nacional de Mafra, mandado construir por el rey Don Juan V, para él y su corte, después de la construcción del convento, en el siglo XVIII, es en la actualidad un espacio lúdico en el que se pueden observar gamos, venados, jabalís y otras especies de fauna salvaje en libertad.

Otra sugerencia de visita relacionada con la protección de la naturaleza es el Centro de recuperación del lobo ibérico, en Malveira, dedicado a una especie en vías de extinción y que normalmente se considera peligrosa.

Uno de los mayores atractivos de esta región es su gastronomía, repleta de los tradicionales sabores del mar. El pescado fresco a la parrilla es una referencia obligada, pero el marisco también es muy apreciado, en particular las langostas, que se crían en viveros de mar en Ericeira.